
La moda sigue
De los talleres a los blogs,
de la necesidad al capricho

Juan Gutiérrez
Licenciado en Historia del Arte, trabaja en el Museo del Traje desde 2007, donde está a cargo de las colecciones de moda contemporánea.
¿Cómo crees que se entiende actualmente la moda?
En mi opinión la moda hoy en día se entiende mal, se tiene un perspectiva frívola y superficial, en la que importan únicamente las celebrities y las tendencias.,
Sin embargo ahora hay un enfoque más amplio y con más calado social. Ha ganado mucho peso el valor económico de la moda, como un gran campo de negocio.
El mayor reto para conseguir entender bien el significado del término es conseguir darle un peso intelectual para apreeciarlo como expresión artística y cultural.
La alta costura aún bebía del criterio tradicional, más vertical y jerárquico donde la evolución de la moda era mucho más lenta y todo se fundamentaba bajo el buen gusto. Sin embargo a partir de los 70 surgió una nueva idea de lo que es la distinción, con un criterio más “democrático” bajo el cual cualquiera puede plantear nuevas tendencias. Fue entonces cuando los diseñadores empiezan a beber de la calle para crear sus colecciones.
Es en ese momento cuando desaparece la figura del modista como creador, apareciendo el nuevo concepto de director creativo, que se nutre de las fuentes culturales y de la sociedad conciliando todas esas influencias para adivinar las futuras tendencias; son, por tanto, visionarios.
Desde esta premisa es donde se entiende mal. Se ha producido una especie de metonimia, bajo la cual el concepto de moda se restringe a las pasarelas femeninas de diseñadores (reduccionismo). Así se entiende actualmente la moda, como una necesidad imperiosa de estar a la última para no perder el ritmo de la sociedad.
Para tratar de entender mejor el concepto habría que explotar más el valor intangible de la moda del que venimos hablando, así como la aportación de los diseñadores por encima de la producción en masa.
¿Qué actores destacan más hoy en día: diseñadores, bloggers, modelos…?
Sin duda alguna los influencers, los que manejan las redes, especialmente bloggers e instagramers.
Para mi Apple es la empresa de moda que lidera el mundo, ya que ejemplifica cómo una empresa que no es de moda presenta un contenido necesariamente innovador que se sale de la práctica hacia la innovación estética. Cada nuevo producto ya no supone una mejora de las necesidades tecnológicas, sino que son una cosa primordialmente estética.
Los consumidores de esta marca buscan primordialmente la tendencia, sin tener una relación directa con lo funcional. Además, Apple cuenta con varios diseñadores de renombre como Jonathan Ive -diseñador de la primera generación de Ipods-, Angela Ahrendts -antigua CEO de Burberry encargada de la dirección de las tiendas online de Apple- y Paul Deneve - anteriormente CEO de Yves Saint Laurent-. Esta fluctuación de ejecutivos es la mayor pista de cómo a las empresas tecnológicas les interesa tener un nicho en el mundo de la moda.
¿ Entiendes la moda como ocio o como necesidad?
Hoy por hoy la moda es necesaria; nadie puede vivir ajeno a ella. Es un imperativo, entendido como cuestión de supervivencia presente en todos los campos de la vida (personal, laboral, de ocio…) Lo que es frívolo es pensar que la necesidad de apariencia es una frivolidad; eso es mera necesidad ya que en la sociedad masificada los individuos no tienen referentes de grupo, los colectivos están dispersos y las comunidades se difuminan. Es así como el individuo se ve “solo frente al mundo” por lo que la moda pasa a ser primordial para conseguir una diferenciación propia.
Actualmente, ¿cuál es el mayor reto de los diseñadores?
Para mi el gran reto es poner en primera línea de debate y como tema principal de reflexión hasta qué punto la moda está tiranizando los cuerpos.
Deben luchar por sacar a la sociedad de esa dependencia absoluta de la cosmética y la estética corporal.
Los diseñadores japoneses y las vanguardias centro-europeas (especialmente en Bélgica) han trabajado mucho sobre este concepto, reflexionando sobre la función que debe ejercer el cuerpo, auto considerándose diseñadores industriales al servicio de la sociedad.
¿Cómo crees que se comportan las grandes marcas ante la sociedad actual globalizada?
Los diseñadores están al servicio de la marca. Los directores creativos dirigen la imagen de la marca, por encima del diseño y el patronaje; la compactan y dirigen a un target determinado.
Un gran ejemplo de ello es la aportación de Stuart Vevers para Loewe; no renovó las colecciones sino que dirigió una nueva estrategia comercial para renovar público y conseguir llegar a los jóvenes.
En la època de los sastres y las modistas, cuándo el consumo de moda estaba mucho más limitado, ¿cómo se entendía este concepto?
La moda en estos años era una cosa más vinculada al espíritu aristocrático. La élite social estaba en el punto de mira; era la que consumía y el resto se limitaba a imitarla a través de las modistas artesanas. Estas realizaban la ropa a medida sacando los patrones de las revistas o copiando los diseños de la burguesía.
Sin la existencia de blogges en épocas pasadas,¿quiénes eran los referentes de moda?
Hasta bien avanzado el franquismo los referentes principales eran las aristócratas; las revistas de moda mostraba la vestimenta de la monarquía, todo dentro de un gusto bastante tradicional y controlado. No existían referentes icónicos como tal, ya que las actrices de Hollywood eran excesivamente “atrevidas" para la sociedad española.
A través de la industria de la música empiezan a aparecer los primeros referentes pop a partir de los años 60. Emergen también las primeras modelos, con una mejor consideración social, ya que anteriormente eran consideradas poco menos que prostitutas. Surgieron modelos dinámicas, juveniles y modernas, como por ejemplo Teresa Gimpera, que comenzaron a cambiar el escenario de la moda y sus iconos.
Otro gran referente en España fue la chica ye-ye, pero respetando siempre los códigos de conducta y las pautas sociales de decoro y sometimiento de la mujer al hombre.
¿Crees que en los desfiles prima el espectáculo por encima de los diseños?
En mi opinión hoy en día ha desaparecido mucho el espectáculo de los desfiles.
En los años 80 los desfiles eran menos reglados, más caóticos, improvisados y festivos, primando una intención más marcada de impactar. Esta idea era más confusa a la hora de vender.
En los 90 la llegada del minimal y la organización de la moda no ayudaron; se profesionalizaron los desfiles perdiéndose la improvisación y, por tanto, el espectáculo.
Ahora se está retomando un poco buscando espacios alternativos, metiendo más escenografía… Al pesar más los imperativos comerciales importa más la difusión y el desfile es solo una excusa para darle un material a los medios en forma de promoción. El control es mayor por lo que se ha perdido el matiz espectacular.